Guardarte así.

Voy a guardarte,
así,
en una esfera que tenga polvos de nieve,
en una cuerda con música de piano,
como un lobito vampiro
y un tren a Francia.
Voy a guardarte como si fueras plumita,
como que llevás en los bordes burbujas y hielo.
Voy a beberte hasta ahogarme en las fauces,
voy a romperte para armarte,
tranquilo,
suave.
Voy a dejarte para que seás libre,
para que volés
y huyás
y te escondás
y me encontrés.
Voy a guardarte en una esfera que tenga espacio para dos.
 -Silencio, allá va la ausencia- 
Voy a desatarte las correas y ensuciarte los pies.
Voy a tragarme las respuestas
y te vayás,
las busqués,
al fondo,
allá donde quizá va la paz que no se encuentra en ningún lado,
quizá la paz también corre de nosotros.
Voy a guardarte,
así,
como una promesa,
como el sacapuntas de párvulos,
como las cartas,
como las semillas.
Voy a guardarte como cajón de memorias,
de sinónimos,
de tildes,
de espacios,
de tiempo,
de flores secas.
Voy a guardarte para que podás irte y yo tenerte,
así,
en mi mano,
como esta cicatriz.