¡Me jode!

Dos presentes pululan en mi cabeza,
el pasado y el futuro,
¿acaso no son presente?
Digo, si viven en mí, ahora, en espacio y tiempo,
¿pero, y el hoy? No sé a dónde fue,
y en realidad, ahora,
no me interesa.

Tengo la mano derecha muy fría,
y los pies, ¡vaya pies!,
siempre andan en son de congelador,
se divierten enfríando calcetas,
así gozan...
quisiera darles arena,
quisiera darles momentos de queja,
pero no puedo,
algo no me deja.

Me jode la noche,
¡me jode!,
me asesina de poco,
a besos, a golpes,
a escalofríos,
con demencia,
con ausencia,
con ganas, con ganas, con ganas...
¡Puf! se va, como todo,
se va, es necia, regresa, se va, vuelve,
aquí está,
y con ella los aromas,
sabrosos clichés de recuerdos,
parece que se guardaran en cajitas con un infame botón de activado automático cada vez que regresan,
cada vez que suprimen estos instantes "déjà vécu",
instantes octogenarios,
instantes como sombras propias de la vida de cualquiera...
pero aquí sigue la noche,
cuestionando el día,
como un examen de futuro reprobado,
como robando el sueño,
como piquete de zancudo,
como ronquidos de gordo.

Me quiero rendir y me despierta,
¡me jode!,
me jode la noche que no abandona,
que me retuerce por horas,
que me enreda en las sábanas,
que me desvela,
que me desacomoda,
que me pregunta,
¿a dónde voy?,
¡bah!, ¡cómo si yo supiera!,
¡cómo que fuese tan fácil!, ¡cómo que...!

Dos presentes pululan en mi cabeza, el pasado y el futuro,
parece que será de angustia insomne este hormigueo
                                                                                                   -dialéctica-Hegeliana-,
parece ser que la noche me jode,
¡me jode!

1 comentario: