Desnuda (Parte II)

Cerré los ojos durante un rato. Decidí imaginarme lejos de este cuerpo. Estaba cansada de ser quien soy -¿o quién pretendo ser?- No lo sé. Si existía alguna cualidad en mí, seguramente la había dejado ir por la regadera. -No soy tan buena al final de cuentas- Debo dejar de pensar eso. Pero en realidad, es mejor que sea así, tiene sus ventajas ser considerada -fría-, lo extraño del caso, es que no lo soy ¡Para nada!

Estos días me han hecho más vieja el alma.-¡Es patético mi caso!-, podría sacar mi lista de consejos y escoger cualquiera de ellos, indudablemente el error está en el formato idealista en que los he escrito.

El estar desnuda me recuerda que mi cuerpo delgado y débilmente proporcionado, nunca me permitió el lujo de atracción que te ayuda a subir los ánimos de vez en mes. Al contrario, mis halagos han sido intelectuales, -Eso sonó tan ofensivamente modesto- Debo callar esta idea -definitivamente-

-¿Qué es lo que me tiene aquí?- No recuerdo como paré hundida en las sábanas.
Me levanté de nuevo a colocar una canción que sonara perfecta al compás de esa novelesca escena que había armado, en realidad, era digna de un "globo de oro", -730 días, queda perfecta-

El sueño me tiene agotada. El incienso se terminó hace rato y la vela que acababa de encender no duraría mucho. Nunca más, me vería en esa situación, mi desnudez me agradaba, pero no los sentimientos que me helaban el ser... (¿Será que debe continuar?)


4 comentarios: